4 de octubre de 2007

Los talladores de piedra

1… Su doctrina se apoya en símbolo, presentando un carácter religioso. Cree en la existencia de Dios, el Gran Arquitecto del Universo, y en la inmortalidad del alma…”1

La francmasonería es una organización filantrópica y filosófica, erigida en los conceptos de amor a la verdad, fraternidad, estudio de la moral universal, la tolerancia religiosa, la abnegación y la mejora de la vida del hombre (Nacida a fines de la Edad Media). Todo esto en base al trabajo, la beneficencia y la instrucción. Sus símbolos son el compás y la escuadra, que representan la rectitud en el juicio y el pensamiento. Sin embargo, hay muchos mitos sobre la finalidad de la francmasonería, sus orígenes y los ritos que poseen, así que debemos preguntarnos, ¿Cómo nació la francmasonería? ¿Cómo se manifestó y se ha manifestado en la historia?

Su origen se puede deducir del significado de la palabra francmasonería, dividida en “franc” y en “masonería”. El segundo término es de origen franco y significa “tallador” o “cortador”, seguramente aludiendo a los cortadores de piedra, que era la base de la construcción en aquella época. La palabra “franc” tiene dos “orígenes”: “El prefijo franc, añadido al término masón, parece consolidarse en Inglaterra, en el siglo XIV, para subrayar la situación social de los masones dedicados a un tipo de construcción cualificada. En relación al origen de esta designación existe, al menos, dos criterios: el de los historiadores que defienden la aparición de la palabra free-mason (masón libre o franquiciado), relacionándola con el trabajo de la free-stone (piedra libre o caliza, de fácil cincelación), por oposición al roughmason que realizaba trabajos más elementales (con piedra dura), y el de quienes consideran, sin duda apoyándose en datos históricos muy consistentes, que la franquicia a la que aludía la palabra francmasón o masón franco era la gozada por aquellos artesanos de la piedra que no se hallaban sujetos estrictamente a las reglamentaciones municipales o reales obligatorias para los practicantes de oficios en la Edad Media.”2 La etimología nos ayuda en este caso para comprender el por qué de este nombre y se entiende cómo se formó esta institución. De su relación con el oficio constructor vienen sus dos símbolos más importantes, ya mencionados: La escuadra y compás (Rectitud en el pensar) y el ver a Dios como el Gran Arquitecto del Universo (G.A.D.U.). Ya en la Roma Imperial se podían ver inicios de ésta, con las cofradías de los tingnarii, artesanos y carpinteros quienes iban junto a las legiones y eran ocupados para la edificación de construcciones. Igual que los actuales, aquellos “masones” eran muy herméticos en cuanto a ritos y conocimiento (claro, si enseñaban sus técnicas a los legionarios podían perder su trabajo) cosa que es un denominador común en todas las cofradías y gremios de oficios en general desde aquí, pasando por toda al edad media y de ahí hasta nuestros días. Cuando las cofradías masónicas surgieron en la edad media, los francmasones pagaban sus tributos a los caballeros de la Orden del Temple, y no a su respectivo monarca, acrecentando el poder económico templario y estrechando relación entre ambos. Prácticamente, los francmasones tenían un contrato de “vasallaje” con el Temple; por un lado el francmasón prometía lealtad y fidelidad, el templario y la orden en general daba seguridad y protección. Posteriormente, al ser disuelta la Orden del Temple por el papa Clemente V y siendo perseguida en Francia por Felipe IV el hermoso, Jacques de Molai, último Gran Maestre de la Orden, maldice a Felipe el hermoso y a su descendencia (de ahí la saga de Maurice Duron, Los Reyes Malditos). Este tan atroz final y la estrecha relación con la francmasonería alimentaron un mito que, se supone, la francmasonería viene de la Orden Templaria. Cosa considerada errada, ya que las cofradías masónicas se crearon con un fin distinto, y no vienen de los caballeros, aunque habían caballeros francmasones. A finales del siglo XVI la masonería dejó de ser exclusiva para los taladores y arquitectos, y empezaron a ser integrados hombres de otros rubros (masones asimilados). El fin de la francmasonería fue ahora el de “aglutinar hombres de bien, de diversas posiciones y tendencias políticas, que pudieran construir un fermento positivo para estimular el entendimiento y la paz social...3, donde se deduce que viene el objetivo francmasónico actual y de cómo se transforma y pasa de una simple cofradía de constructores unidos por la verdad a una agrupación de hombres libre que buscan la verdad. Al ser tan herméticos, como dije antes, se crearon ciertos rumores de que los ritos e iniciación masónicos tenían que ver con orgías u oscurantismo. Al ser relacionados con los templarios, y estos ser relacionados con creer en la supuesta descendencia de Jesús (“El código de Da Vinci”), los masones fueron acusados también de estas herejías y fueron perseguidos al igual que sus socios de la Orden del Temple. En la actualidad, es bien sabido que los ritos masónicos están más relacionados con su afán por el conocimiento, que alguna orientación religiosa, política, o sexual.

Con toda esta información, podemos deducir que el ideal masónico y el fin de su institución era el de buscar el conocimiento. Ayudó a la instrucción de los cófrades que integraban las logias y el traspaso (aunque hermético) del conocimiento. En cuanto a sus ritos, sabemos que no están relacionados con temas oscurantistas, aunque sí con temas esotéricos (el esoterismo con que concebían la vida los habitantes del Medioevo se coló en esta organización), aunque, a menos que fuéramos francmasones, no podemos conocer (le pregunté a mi padre, que es aprendiz de francmasón y me dijo que no iba a saber a menos que me metiera en alguna logia y lo viviera por mi mismo, lo que demuestra su hermetismo.)

Por: Luis Felipe Mengual H.