28 de septiembre de 2007

"Grupos Periféricos en la Edad Media"

Cuando buscamos informarnos de una época en la historia universal siempre deseamos saber lo que hemos heredado de ella o lo que cambió en esa época. Lo que sucede con la Edad Media es que como legado resaltan, entre muchas cosas, la conciencia de unidad que nos deja y la integración de la mujer. Y al saber esto último nos imaginamos que la opinión de la mujer por fin fue tomada en cuenta o la mujer se hizo más independiente, se le dio más libertad para elegir, entre muchas otras cosas más. Pero si averiguamos bien la mujer más que nada “apareció” para los hombres de la época medieval, se dieron cuenta de que ella existía y de que tenía algo para ofrecer.

Pero no piensen tan positivos, no es que creyeran que la mujer les pudiera ofrecer inteligencia, adelantos científicos o apoyo económico en la familia. La mujer era vista como un simple “regalo de Dios no deseado” para todos los grupos sociales. En los sectores altos, por el deseo, casi la necesidad, de transmitir nombre y herencia; en los más bajos, el aprecio de la fuerza de trabajo originaba una marcada preferencia por los varones, muy evidente cuando ya existían hijas (1). Así nos damos cuenta que de la mujer no se esperaban grandes maravillas, como decía un famoso refrán de la época:”Las mujeres, para rezar o para parir”. Y es verdad muchos padres en sus testamentos dejaban herencia a sus hijas para cuando se casaran o hicieran monjas.

Así se traducía la vida de las mujeres, para ellas su destino era casarse o ir a un convento. Pero estos no eran para nada gratuitos. Requerían de dinero, dotes. Las mujeres de sectores altos no tenían problemas. Pero aunque algunas mujeres de sectores sociales más bajos recibían dote, las que no podían tenerlo sus papás las dejaban a cargo de familiares o cercanos que sí podían. Eso sí no pensemos que los de clase alta en la edad media eran indiferentes a esto, habían personas adineradas que se encargaban de las mujeres desprovistas de parientes que se pudieran encargar de ellas y que por lo tanto no tenían dote. Pero si no podían casarse o no querían ir a un convento debían trabajar y aunque algunas mujeres eran comerciantes, la mayoría se dedicaba al trabajo doméstico.

Por eso sorprende que se diga que nace un respeto hacia la mujer, cuando ella no era más que una posesión porque recordemos que la mujer pasa de manos del papá a manos del marido. Era una sociedad completamente machista, donde la mujer no tenía voz ni voto. Ella no se casaba, era casada. Era un bien indeseado del que había que sacarle el mayor provecho. Probablemente con la gran cantidad de mujeres que se dedicó al trabajo doméstico (como criadas) en esta época, es que nació el pensamiento machista de que las mujeres deben quedarse en la casa y educar a los hijos y que los hombres son los que tienen que trabajar para mantener a la familia. Gracias a Dios que este pensamiento se ha superado bastante, aunque siga habiendo gente que piense así.

Sin embargo no todas las mujeres se dejaban manipular y dominar de esta forma. Hubo mujeres valientes que se hicieron respetar en una época donde ellas no tenían “presencia”. Un ejemplo es la emperatriz bizantina Teodora, esposa de Justiniano, quien llegó a tener una gran influencia política llegando a dirigir al mismo Belisario. Con ella se obtuvo la primera ley de aborto que se conoce. Como Teodora hay muchas mujeres más que quisieron salirse de sus límites y atreverse a demostrar que ellas también pueden. Puede ser que todas estas mujeres que sobresalieron inspiraron a que naciera una nueva percepción de ellas desde el ámbito de la literatura que es el amor cortés, en donde se ve a la mujer como un ser precioso. Aunque esto del amor cortés no ocurría en la realidad, dio paso a que talvez internamente dentro de los hombres la mujer, en los últimos siglos de la edad media, se mirara con otros ojos.

Pero la mujer no es el único grupo periférico, todos sabemos cuál es el otro, los pobres, que es hasta hoy en día siendo el grupo social más rechazado. Dejemos en claro que había dos tipos de pobreza, cuando se elegía por una consagración religiosa y la que no se elegía. Sin embargo para los que no elegían la pobreza el panorama era un poco más alentador que para las mujeres, decimos esto porque, a pesar de que eran pobres, la sociedad medieval era generosa frente a ellos, se preocupaban de distribuirles riquezas para que vivieran. Eran solidarios con ellos porque la pobreza muchas veces era simplemente mala suerte, que le podía a tocar a cualquiera ya que influían muchos factores como por ejemplo el clima que afecta a las cosechas y una mala cosecha no afecta solamente al dueño si no a toda una villa que se aprovisionaba de ella (2). Y frente a la carencia de instituciones del Estado que se encargaran de los pobres nacían instituciones particulares y también estaban los hospitales y monasterios. Aquí se destaca la labor de la Iglesia que acogía a niños huérfanos y creaban colegios especiales para los estudiantes pobres. Pero aunque no había instituciones del estado los municipios son los que se encargan de ayudar a los pobres repartiendo alimentos, otorgando subsidio a hospitales, entre otros.

Es por esto que la pobreza no significaba desamparo total, no significaba una marginación de la sociedad. Incluso en edad media el mayor temor no era ser pobre, si no que era pasar hambre (por culpa de malas cosechas), que se ve reflejado en la oración cristiana, “Padre Nuestro”, cuando pedimos a Dios: “danos hoy nuestro pan de cada día” (3). Y otro temor era contraer enfermedades muchas veces por culpa de la mala higiene que tenia la sociedad medieval, recordemos además que la peste negra se generó por culpa de la mala higiene que tenían.

Es así como llegamos a un nuevo tipo de legado de la edad media. Ya no vamos a afirmar con tanta seguridad que en esta era la mujer ganó más respeto o que fue tomada más en cuenta por sus pares. Si no que lo que debemos rescatar de la edad media era la mirada que se tenía hacia la pobreza, a los pobres en general. Ese sentimiento de empatía, de pensar que a nosotros nos podría tocar ser pobres y no nos gustaría ser dejados a un lado. ¿No sería alentador pensar que ser pobres no significa perderlo todo? Saber que hay gente con y sin poder que se preocupará de ellos. Pero todo esto cambia y muy bien sabemos que no es así ahora, porque desde los últimos siglos de la edad media asociamos inconcientemente la pobreza con la deshonra.

  1. Sociedad Hispanomedieval III Grupos Periféricos: Mujeres y Pobres. María del Carmen Carlé. Pág. 14.
  2. Sociedad Hispanomedieval III Grupos Periféricos: Mujeres y Pobres. María del Carmen Carlé. Pág. 104-105.
  3. http://sepiensa.org.mx/contenidos/historia_mundo/media/pobreza/poor_1.htm

Por: Maria José Rodriguez Rojas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que interesante tu tema no tenia idea acerca de lo que se hacia con la mujer en la edad media y fue bueno saberlo. a veces las cosas no son como las pintan, me refiero a que decian que nacia el respeto hacia a la mujer cuando en realidad era utiliza como un bien mas del hogar.
en el caso de la poblacion que era pobre por el ensayo que yo hice se que los señores feudales tenian el deber de alimentar a los pobres, es por eso como tu decias no se le temia a la pobreza porque ellos eran valorados y en cierto sentido respetados; cosa que hoy en dia no sucede porque muchas veces confudimos la pobreza con malas personas que tenien una mala cultura y terminan casi siempre siendo delincuentes.
aparte que nuestra sociedad margina siempre a la gente que no es de su nucleo social.
por lo tanto gracias a tu ensayo puedo saber que en la edad media existia menos marginacion de la que existe hoy en dia aunque la mayoria de la gente lo niegue.
de acuerdo a esto puedo decir que me encanto tu ensayo porque conoci cosas que no sabia y porque encontre que lo desarrollaste correctamente.