28 de septiembre de 2007

"¿Santo Oficio?"

“el terrible fundador de la Inquisición de castila, era un noble castellano. Nadie le sobrepasó en el don de lágrimas, que con tanta frecuencia va unido al fanatismo”1(1)

La inquisición (en latín: Inquisitio Haereticae Pravitatis Sanctum Officium) fue una institución creada por la iglesia católica, que estuvo dedicada a combatir la herejía en el mundo medieval. La primera inquisición fue creada en Languedoc, Francia en 1184, para combatir la herejía de los cátaros, una religión gnóstica que estaba en contra de la iglesia de San Pedro. En 1249 se instaló la primera inquisición estatal en Aragón, y luego en 1478, cuando el reino castilla y de Aragón se unieron, esta pasó a ser conocida como inquisición española. La inquisición tuvo muchas “filiales”, también están la portuguesa y la romana. Antes de la creación del santo oficio, la pena habitual para la herejía era la excomunión, pero en el siglo IV el cristianismo se hace la religión estatal del imperio romano, y en este momento los herejes se toman como enemigos del imperio. El santo oficio fue instituido formalmente en la bula del papa lucio III el año 1148, que pretendía acabar con la religión de los cátaros, herejes del sur de Francia, este hecho fue la base para que se formara el tribunal de la santa inquisición y el santo oficio, en esta bula el castigo físico a los herejes podía ser aplicado por laicos, y se les daba a los presbíteros la potestad de juzgar a los heréticos de su diócesis, “A las anteriores disposiciones [...] agregamos el que cualquier arzobispo u obispo, por sí o por su archidiácono o por otras personas honestas e idóneas, una o dos veces al año, inspeccione las parroquias en las que se sospeche que habitan herejes; y allí obligue a tres o más varones de buena fama, o si pareciese necesario a toda la vecindad, a que bajo juramento indiquen al obispo o al archidiácono si conocen allí herejes, o a algunos que celebren reuniones ocultas o se aparten de la vida, las costumbres o el trato común de los fieles”(2) . La inquisición no se instituyó en sí hasta 1231, con los estatutos excommunicamus del papa Gregorio IX, que regularizó internamente al santo oficio, haciéndolo legítimamente violento y se permitió la ejecución de los herejes, pero ¿Valió la pena tanta barbarie?

El “proceso” que seguía el hereje no era muy extenso, y muchas veces no fue justo. Lo primero que debía suceder era que una persona fuera acusada de herejía al Santo Oficio, lo que hacían los sacerdotes era comenzar una investigación, y de esta investigación se veía que tipo de herejía cometió el acusado, estas podían ser de cinco tipos: contra la fe y la religión, contra la moral y las buenas costumbres, contra el orden público y finalmente contra el santo oficio. Obviamente, todos los acusados eran declarados culpables, primero eran advertidos de su herejía, y se les obligaba a aprender la fe ortodoxa, con el fin de que vieran su “error”, pero si persistían en sus preceptos contrarios a la santa iglesia católica, se tomaban otras medidas, algunas de estas medidas fueron la hoguera: “Llegando al lugar preparado para las ejecuciones, los que habían confesado (su herejía), fueron estrangulados, luego incendiados; los recalcitrantes (tercos, obstinados) fueron incendiados vivos. Alimentaron las llamas hasta que nada quedara sino las cenizas de los muertos, las que fueron regadas por campos y ríos. Los sacerdotes y los espectadores retornaron a sus altares y hogares convencidos de haber hecho una ofrenda propiciatoria al Dios insultado por la herejía. El sacrificio humano había sido restaurado” (3), también estaba el estante, que era un cajón en que el acusado era acostada y se ataban sus cuatro extremidades, entonces se estiraban las cuerdas con las que eran atados los miembros hasta ser dislocados completamente, en ocasiones se utilizaban pinzas para arrancar las uñas, está también la famosa “virgen de Hierro”, que era un cajón hecho a la medida de una mujer, y adentro de ella habían estacas metálicas que salían de las paredes de la virgen, el acusado era obligado a entrar en él y se cerraba, haciendo que las estacas penetraran la carne y mataran a la víctima, y uno de los más degradantes que utilizaron los animales inquisidores fue ahogar a la víctima con excrementos y orina. Generalmente antes de una tortura se bendecían con agua bendita los instrumentos ocupados.

Estos bestiales métodos (que hay muchos más) eran aplicados para que el pobre acusado se declarara hereje, si este lo hacía se aplicaba el denominado auto de fe, que consistía básicamente en la ejecución del hereje, para castigarlo o para solemnizar su retorno al reino de Dios, habían autos de fe públicos y privados, en los privados como casi siempre se hicieron en monasterios o en lugares donde había un crucifijo, al realizar estas torturas o el auto de fe se le ponía un velo oscuro a la imagen de Cristo, para que “no viera lo que iba a ser realizado en su nombre”, los autos de fe públicos eran realizados en una plaza importante de la ciudad, para que todo el pueblo viera el castigo que recibiría si comenzaba a pensar algo que la iglesia no aprobara. Un caso famoso de herejía fue el de Galileo Galilei, Físico y Matemático italiano acusado en 1616 por la postulación de sus trabajos sobre el universo y las estrellas, y por su famosa teoría heliocéntrica (el sol es el centro del universo).

Además de asesinar gente inocente, el santo oficio de la inquisición prohibió el conocimiento, en su famoso índice de libros prohibidos (en latín: index librorun prohibitorum), que fue creado en 1559 exhibiendo una lista de libros que la iglesia católica consideraba peligrosos para la fe, también estableció las normas que tenia la iglesia para censurar libros. Este índex contenía autores prohibidos, obras aisladas de autores y también un vasto número de capítulos y líneas debían ser removidos de algunos textos. En la época medieval, los dueños de imprentas que producían total o parcialmente algún texto indicado en el índice eran acusados de herejía, y seguían el mismo proceso explicado anteriormente, también muchos famosos autores, como el gran pensador Friedrich Nietzsche o como Otto Shoppenhauer fue integrado al index por su ateísmo o su odio a la iglesia. Aunque es poco sabido este índice duró hasta 1966, bajo el papado de Pablo VI, aunque el Vaticano escribió otra regulación acerca de los libros ofensivos para la fe:

“831

1-Sin causa justa y razonable, no escriban nada los fieles en periódicos, folletos o revistas que de modo manifiesto suelen atacar a la religión católica o las buenas costumbres; los clérigos y los miembros de institutos religiosos sólo pueden hacerlo con licencia del Ordinario del lugar

2-Compete a la Conferencia Episcopal dar normas acerca de los requisitos necesarios para que clérigos o miembros de institutos religiosos puedan tomar parte en emisiones de radio o de televisión en las que se trate de cuestiones referentes a la doctrina católica o a las costumbres.

832

Los miembros de institutos religiosos necesitan también licencia de su Superior mayor, conforme a la norma de las constituciones, para publicar escritos que se refieran a cuestiones de religión o de costumbres.”(4).

Finalmente la inquisición fue abolida en 1965, terminando con un oscuro reinado de sangre, abusos y opresión que opacó a la época medieval, cambió su nombre a Congregación para la doctrina de la fe. La inquisición comenzó como una rama de la iglesia dedicada a proteger la fe cristiana y terminó como la verdadera soberana del mundo, decidiendo el destino de los hombres y manteniendo a raya al conocimiento, por eso la era medieval fue considerada como oscura, porque como la inquisición castigaba con la muerte a cualquier avance tecnológico o científico, por ser considerado hereje, los científicos mantenían en secreto sus estudios, o francamente, los abandonaron, por miedo a que unas bestias vestidas de clérigo los acusaran de ofender a un dios que no los protege. ¿Qué hubiera pasado si la inquisición se hubiera violentizado? ¿Qué adelantos tendríamos en esta época? ¿Cómo sería el mundo si no hubiera existido el desastre de la inquisición?

Sebastián Mengual IIIºB

3 comentarios:

Anónimo dijo...

El tema es bastante interesante y la informacion que diste de la inquisicion hace que uno quiera seguir leyendolo. Lo unico es que no encuentro que hayas respondido a la pregunta que hiciste al principio que si ¿valio la pena tanta barbarie? Luego de esta pregunta trataste el tema pero no dejaste la respuesta clara a menos que tu intencion fuera que nosotros generaramos nuestra propia respuesta.

Anónimo dijo...

me gusto arto el ensayo, pero lo desarrollaste mas como una historia en vez de algo que estabas comprobando, porque no encontre expresamente la respuesta a la pregunta planteada al principio que es lo que uno comprueba.
o como dice la cote arriba es la idea dejarnos pensando ????

tatan dijo...

la idea era q que en base a los argumentos y hechos que voi presentando en el ensayo el lector formule una respuesta a la pregunta =) gracias por comertar mi ensayo