4 de diciembre de 2007

El Juez en la Guillotina

Jean Paul Marat (Suiza, 1743 – París, 1793) era un hijo de la Revolución Francesa que no solo contribuyó con el éxito y la popularidad de esta, sino que también fue un agitador inescrupuloso e incitador a la violencia durante ella hasta el día de su muerte.
Nacido en Suiza, más tarde se traslado a Londres donde hizo un ensayo sobre la visión filosófica sobre el hombre. Volviere le critico bastante e hizo decaer su ya escasa fama. Así el empezaría una larga lista de altibajos como filósofo y científico que por muchos años le dieron un alto sueldo y reconocimiento, permitiéndole conocer a personajes como Benjamín Franklin y Goethe.
En tiempos cercanos a la Revolución Marat dejó atrás su antigua ocupación y se dedicó por entero a la política siendo su mayor motivación la mayoría de la sociedad que no tenía nada.
Marat inició su propio diario en Francia donde hacía las más insólitas acusaciones a las personalidades y grupos más poderosos en Francia, y esto lo llevó a prisión el año 1789 (encarcelamiento que no duró más de un mes). Más tarde siguió haciendo de las suyas e intentando escapar de la prisión se escondió en las catacumbas de Francia. Ahí contrajo una enfermedad a la piel que luego lo obligaría tomar baños medicinales que serian el escenario de su muerte a manos de Charlotte Corday.
Marat tenía un resentimiento hacia los monarcas que manifestaba en sus declaraciones algo sanguinarias escritas en su diario durante la revolución. No toleraba que a los monarcas Luís XVI y Maria Antonieta no se les hiciera un juicio que culminara con la muerte de ambos. Por lo tanto apoyó con cierta devoción las masacres de Septiembre, y luego publicó las temidas listas negras, en las que salía el nombre de cualquiera que manifestase la mínima expresión de desagrado por la revolución, así instaurando un reino de terror en los parisinos.

«Quinientas o seiscientas cabezas cortadas habrían asegurado tu descanso, libertad y felicidad. Una humanidad falsa ha sostenido tus brazos y ha suspendido tus soplos; debido a esto, millones de tus hermanos perderán sus vidas».
J.P Marat, diario“L'Ami du peuple”
Julio de 1790
Luego de la ejecución de Luís XVI Marat dio una sorpresiva declaración, que anunciaba la injusticia de este acto luego de que el ex rey estuviese de acuerdo con la firma de la Constitución.

«Serán todos guillotinados»
Últimas palabras de Marat antes de ser apuñalado.

Sus medios de comunicación y predicación con el pueblo fueron siempre sus diarios (“L'Ami du peuple” y ”République française”) que causaban la admiración y el respeto por parte de este.
Luego de su muerte Marat fue visto como un mártir de la revolución, ya que mientras duró siempre pensó, y buscó favorecerla.
Durante mucho tiempo se hizo partidario de la guillotina, enemigo de la monarquía, la voz del pueblo, el líder del libre pensamiento, y así el será recordado, pero hay que ver también su lado oscuro y despiadado. La muerte fue su sentencia favorita e hizo que también fuese la del pueblo. De alguna forma hizo a la gente olvidar el respeto por la vida, que hacía sus primeras apariciones en esa época.
La vida no le trató muy bien, pero al final Marat conoció la gloria, y tuvo una muerte trágica, pero bella y triunfante.



Por: Carla Retamal C.

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